2Giralda nuevayork

La escultura cobrará protagonismo en el muelle de Nueva York como homenaje a aquellos cruceros transoceánicos de la compañía Ybarra que cubrían el recorrido entre Sevilla y la city norteamericana en los inicios del siglo pasado. Éstos partían desde el apeadero de las Delicias a la altura del Palacio de San Telmo actual. Debió ser sorpresiva la imagen en las retinas de aquellos viajeros que salían en barco desde Sevilla observando en su despedida el antiguo alminar almohade coronado con el símbolo de la Fe cristiana y alcanzaban la zona del distrito financiero de Nueva York, siendo recibidos por una parecida estampa que reproducía la Giralda sevillana en cuya cúspide remataba una Diana cazadora. Ahora, esa diosa de la caza y la lealtad, también se verá en Sevilla para recordarnos la desaparecida émula de la Giralda de Manhattan.
Construido el complejo en 1890 por el estudio de arquitectos McKim, Mead & White, el más prestigioso de la época, la torre enhiesta de 200 metros se erigía imponente en Manhattan, en un espacio conocido como Madison Square Garden 2, una zona de ocio y espectáculos de New York. La torre tenía unas dimensiones superiores a la Giralda hispalense y se encontraba coronada por una estatua colosal de la citada figura mitológica que contaba incluso con iluminación eléctrica.

3diana cazadora nuevayork

 La Giralda, el giraldillo y Diana la Cazadora.

Para realizar esta escultura de la Diana Cazadora sirvió de modelo una atractiva corista del Madison llamada Evelyn Nesbitt, protagonista de una rocambolesca historia de celos, infidelidades y desenlace con crimen pasional. En 1901 el arquitecto Stanford White, coautor a la sazón del mencionado Madison Square Garden 2, conoció a esta joven actriz de 16 años quedando prendado de sus encantos. El romance amoroso duró su temporada a pesar de la diferencia etárea entre ambos, pero ello no fue óbice para perpetuar la figura de la joven en la escultura que coronó la torre neoyorkina. Como todos los cuentos acaban, en 1905 dio un giro inesperado aquella relación ya que Evelyn se casó con Harry Kendall Thaw, un empresario ferroviario de Pittsburgh; no obstante, la actriz y el arquitecto siguieron manteniendo su acalorado romance en secreto hasta que la noche del 25 de junio de 1906, en el restaurante que ocupaba la terraza superior de esta Giralda neoyorquina tuvo lugar el escenario del crimen del siglo, llamado así por su trascendencia mediática durante un largo tiempo. El arquitecto Stanford White recibió tres tiros en la cabeza por parte del despechado empresario y marido de Evelyn. Tras la celebración del juicio, el magnate de los ferrocarriles Harry Kendall Thaw quedaría absuelto por una eximente de locura transitoria -estimable tuvo que ser la soldada entregada al equipo de abogados que le propiciaron salir en libertad en una de las sentencias más controvertidas de la historia judicial de EE.UU.-. La trágica historia originó su propia leyenda negra alrededor de uno de los recintos edificados más importantes de la Gran Manzana que junto a la crisis de la década de los años veinte, así como múltiples deudas e impagos, obligaron a su derribo en 1925 con la consiguiente protesta generalizada de la población local.

4MadisonLa Giralda de Sevilla como inspiración

White inmortalizó para el recuerdo este complejo inspirado por la torre-campanario de la catedral sevillana. La sala principal del Madison era la más grande del mundo -61 por 110 metros-, con capacidad permanente para albergar a 8.000 asientos, además de permitir un aforo de pie de miles de personas más. Tenía una sala de conciertos con una capacidad de 1.500 personas, el mayor restaurante de la ciudad y un jardín en la azotea. El coste final de la construcción ascendió a tres millones de dólares de la época, el New York Times lo calificó como una de las grandes instituciones de la ciudad, junto con Central Park y el Puente de Brooklyn. La estatua de Diana cazadora, esculpida por Augustus Saint-Gaudens, tuvo su repercusión lo que causó que el Madison Square Park se conociera por el pequeño parque arbolado de Diana. La estatua de bronce original, que tenía cinco metros y medio de altura, pesaba 820 kgs., y giraba con el viento, tuvo que ser sustituida al par de años por una réplica más ligera, hueca, de cuatro metros de altura y materializada en cobre dorado. Ésta precisamente se salvó de su destrucción y se encuentra actualmente en el Museo de Arte de Filadelfia, y una variante también la hallamos en el Museo Metropolitan Museum of Art de Manhattan. El escultor Saint-Gaudens hizo algunas copias más pequeñas en bronce, una de las cuales se exhibió en la entrada del Madison Square Garden 3, y en el actual Madison Square Garden de gran tradición boxística y deportiva.

En breve podremos contemplar en el Muelle de Nueva York sevillano, por encargo del Consorcio de Turismo al artista sevillano Ricardo Suárez, una recreación escultórica de la efigie neoyorkina que dominaba el skyline del Madison Square Park. Curiosidades de una imagen de la imagen de la Imagen -valga este juego de palabras-, como espejos de intercambios culturales entre dos urbes de un mundo tan globalizado como peculiar. No negarán que el trasfondo de la historia tiene su trama en un libro con hechuras de best-seller o su adaptación a un atractivo guión cinematográfico, ¿qué mejores localizaciones podrían darse desde lo alto de este icono universal?