El Rocío

El Rocío convoca cada primavera en su término de Almonte, en la Pascua de Pentecostés con la simbólica venida del Espíritu Santo, a cientos de miles de personas procedentes desde los más recónditos lugares para proclamar su íntima devoción y protestación de fe a la Virgen del Rocío, a esa Blanca Paloma, Reina de las Marismas, Señora de las Rocinas, y muchos otros sinónimos que designan a la Madre de Dios. Hablamos de una de las devociones marianas más carismáticas de la religiosidad popular cuya peregrinación a su aldea es hito de las manifestaciones culturales más relevantes del pueblo andaluz.

Historia de la Virgen del Rocío

El Rocío: historia de la romeria y sus hermandades.Sobre su origen histórico existen poéticas narraciones que presentan los rasgos comunes de todas las invenciones o apariciones legendarias de imágenes marianas. Cuentan que, durante el siglo XV, un cazador de la antigua Mures -Villamanrique de la Condesa- fue al sitio de Las Rocinas a apacentar el ganado o a cazar. Allí, entre zarzales, halló la imagen, colocada en la chueca de un acebuche. La figura “era de talla, y su belleza peregrina. Vestíase de una túnica de lino entre blanca, y verde, y era su portentosa hermosura atractivo aun para la imaginación más libertina.” En aquel paraje decidieron levantar un templo en honor de la Virgen aunque la historiografía arroja datos previos sobre la existencia de un lugar de culto en aquella zona por tiempos del reinado de Alfonso X el Sabio.

Esta leyenda, que se retrotrae en el tiempo a la Baja Edad Media, ha producido un gran impacto entre los devotos. Trata de explicar a nivel popular el origen celestial de la enigmática hechura de la Reina y Señora de las Marismas almonteñas aunque como le gusta cantar al pueblo en la letra por sevillanas que el canónigo de la catedral de Sevilla D. Juan Francisco Muñoz y Pabón compusiera en 1919:

“La Virgen del Rocío
no es obra humana,
que bajó de los cielos
una mañana.

Eso sería
para ser Reina y Madre
de Andalucía.”

Ermita del Rocío

Los caminos para llegar a la ermita son inescrutables pero a qué dudar surcan rutas consuetudinarias de tradición secular que discurren por espléndidos parajes o atraviesan el entorno de Doñana por insólitos bosques, arenales, marismas y otras zonas declaradas por la UNESCO como Reserva de la Biosfera: Camino de Moguer y Huelva, Camino de los Llanos que realiza el pueblo almonteño, Camino de Villamanrique y Sevilla, Camino de Hinojos o el Camino de Sanlúcar de Barrameda. Debido a la afluencia creciente de peregrinos en el siglo XX se hizo imprescindible levantar un santuario más amplio al anterior y así en 1956 se anunció que había “llegado la hora de construir a la Santísima Virgen del Rocío un templo digno en lo humano de tan Excelsa Señora, porque la Ermita actual con toda su carga afectiva y emocional no es el estuche adecuado para una joya de tan inmenso valor.” En 1964 se colocó la primera piedra del actual templo proyectado por los arquitectos sevillanos Balbontín y Delgado Roig que dispusieron sobre la puerta principal una gran venera, aludiendo al carácter propio de este templo de peregrinación, y rematada por una espadaña con campanas y monumental cruz de cerrajería. También ha de destacarse el imponente retablo con gran proyecto iconográfico donde se expone al culto a la Virgen del Rocío, completado en recientes décadas.

Hermandades rocieras

He aquí un simple muestrario de los portadores de la antorcha que mantienen crepitando la llama de la devoción rociera a la patrona almonteña y que cada año peregrinan hasta la aldea del Rocío para ver a la Blanca Paloma:

El Rocío: Su romería y sus hermandades.

Listado de Hermandades del Rocío y sus páginas webs

 

Simpecados del Rocío Speculum Regina Roris

Simpecados del Rocío

Esta publicación editada por Ediciones Tartessos viene a ser la obra definitiva sobre este patrimonio cultural, artístico y devocional que representa el Rocío y sus hermandades. Atendemos a la catalogación más rigurosa y científica sobre la insignia mariana por antonomasia y representativa de las hermandades rocieras, tanto las más antiguas como las actuales. Aquella que proclama la Pura y Limpia Concepción de María, Madre de Dios y de la Iglesia. En tan emblemáticas piezas se aúnan la escultura, la pintura, la orfebrería y el bordado en oro, plata y seda de colores sobre un rico tejido de base que conforman un total resultante, armonioso y variado, enriquecedor exponente de la integración de las artes plásticas y suntuarias. Una hermosa tradición, heredada del momento barroco, y que ya forma parte de nuestra identidad religiosa y festiva. En este libro sobre esta romería, presenciamos el estudio artístico y simbólico detallado de los Simpecados de la Hermandad Matriz de Almonte y de todas las Hermandades filiales rocieras. Historia y Arte, Fe y Cultura, en una de las manifestaciones más representativas de nuestra tierra.

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